martes, 18 de marzo de 2008

¿Qué es Usabilizar?

Bienvenidos damas y caballeros a este segundo post de Usabilizar.


Considero que este es un momento propicio para explayarme acerca del nombre de este blog.

Si nos remitimos al diccionario online de la Real Academia Española, y realizamos allí una búsqueda del verbo "usabilizar", encontraremos la siguiente -y sumamente ilustrativa- definición:
Aviso

La palabra usabilizar no está en el Diccionario.


La palabreja en cuestión significa oficialmente... nada... niente... rien... Nichts... 何もない... Se trata lisa y llanamente de un invento.
Claro está que este invento no ha surgido por generación espontánea, concepto éste refutado ya por el 1700, sino que -como muchas otras cosas- tiene un porqué.

El vínculo más directo refiere por supuesto a la palabra Usabilidad, de la cual ya conté un poco acerca de mi aproximación a la misma. Cual mediocre defensor asediado por el delantero contrario, pateemos la pelota alto, fuerte y lejos, y dejemos la definición formal de esta palabra aún para un poco más adelante, pero por ahora aceptemos la siguiente, que la describe de manera aproximada:
la cualidad que posee una interfaz de usuario (ya sea de una aplicación de software, o de un dispositivo) en cuanto a su facilidad de aprendizaje y de uso, y que éste último a su vez pueda ser eficaz y agradable.

Bien, ya contamos con una noción informal de lo que llamamos Usabilidad, pero aún no dilucidamos el misterio de por qué "Usabilizar".

Cuando estaba pensando en un nombre para el blog, quería que éste tuviera alguna relación con la Usabilidad, pero a la vez que transmitiera:
  • la diversidad de disciplinas que esta actividad abarca (Informática, Diseño Gráfico y de Interfaces de Usuario, Psicología Cognitiva, Corte y Confección... ah, no... esa no),
  • la lucha con desarrolladores para que se pongan en el lugar del usuario, y hagan algo más sencillo de operar que una simple línea de comandos, y menos cargado que incluir todos y cada uno de los más recientes widgets de la nueva tecnología de moda.
  • la lucha con diseñadores gráficos para que su vuelo creativo y originalidad no deriven en una interfaz imposible de utilizar por el usuario.
  • la lucha con la gerencia (en muchos casos de Sistemas mismo, lamentablemente) para que comprenda que es una actividad muy importante y no un desperdicio de tiempo/dinero.
Bajo estas premisas, el sensibilizar, el evangelizar, y por supuesto el hacer más usable, moldearon el término Usabilizar.

Profundizaremos sobre esta cruzada Usabilizadora en próximos posts. Mientras tanto los invito a comentar sus propias experiencias, padeciendo interfaces inutilizables, o librando las distintas batallas enumeradas más arriba.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Buenasss...

Muy bien... Heme ("M") aquí, luchando denodadamente contra la pereza que me envuelve, pero con el firme propósito de inaugurar de una vez por todas este espacio de drenaje intelectual que vengo pergeñando de un tiempo a esta parte.

Como bien-educado ser social que digo ser (social que digo ser (social que digo... ¡en fin! ¡concentración!)) voy a comenzar presentándome a la horda de lectores que arriban diariamente a este blog (?).

Mi nombre es Ariel Meter, soy ese de la foto contigua, de Buenos Aires, Argentina. Tengo 37 años, muchos de ellos dedicados al trabajo en IT (pronúnciese "aití", o mejor "Haití" para que mi profesora de Geografía no proteste), lo cual es la sigla en inglés para "Information Technologies" (Tecnologías de la Información) y mis estudios versaron sobre Ciencias de la Computación en la Universidad de Buenos Aires.

¿Cómo llegamos a un blog acerca de Usabilidad tras esta breve introducción? Ya nos encargaremos en próximos posts de definir de qué cuernos se trata esta palabreja, y el porqué del nombre de este blog, pero por ahora déjenme decir que hubo tres hitos importantes en mi vida -diríamos- "profesional" que hicieron que hoy esté escribiendo esto y Uds. leyéndolo (¿hay alguien allí?).

El primero de ellos fue a los 14 años, allá por 1984, esa tarde en que regresé del colegio y encontré a mi papá sentado frente a la televisión y muy cerca de ella, dactilografiando (qué palabrita, ¿eh?) sobre una máquina chatita y plateada, y asombrado le pregunté... "¡¿y eso qué es?! ¿Una máquina de escribir nueva?"
Pues bien, se trataba de la ahora mítica Texas Instruments TI-99/4A, una de las reliquias de la computación personal, que mi viejo -en su pasión por lo tecnológico- tuvo el tino de adquirir recién aparecida.
Allí nació todo. Ese fue el punto de partida de mi interés por la computación.

El segundo hito, ya mucho más cercano en el tiempo, fue leer el libro "Ser Digital" de Nicholas Negroponte, un visionario del M.I.T.
Cuando mi viejo (nuevamente él) apareció alrededor de 1995 con este libro, encontré plasmado en palabras y términos informáticos y nuevas disciplinas, una serie de aspectos de la computación que hasta entonces solo intuía, pero que no gozaban de una identidad propia en mi mente.
Ahí descubrí la importancia de la interfaz de usuario de un software o dispositivo, de agentes inteligentes que colaboraban para que la experiencia de utilizar dicha interfaz fuera más eficaz, más productiva, más disfrutable, y muchos otros conceptos interesantes de hacia dónde creía Negroponte se dirigía el mundo de la tecnología.

Tras leer este libro supe que tenía que investigar estos temas, pero no tenía la menor idea de por donde comenzar. La web no era aún una herramienta tan difundida como lo es hoy, y mucho menos a nivel hogareño. Por aquel entonces no pasaba de ser una curiosidad académica navegada por unos pocos investigadores privilegiados desde la Sun de la facultad, utilizando el navegador Mosaic (bisabuelo de los actuales).

De modo que seguí adelante mi vida con estas inquietudes merodeándome, sin desechar el deseo de profundizar estos temas, pero tampoco obsesionado por ello.

El tercer hito en mi camino hacia la Usabilidad ocurrió dos años más tarde, en Julio de 1997 para mayor exactitud. En dicha oportunidad, en el marco de un ciclo anual de seminarios organizados por el Departamento de Computación de la facultad, se convocó a un profesor italiano, Stefano Levialdi, para dictar un curso que él titulaba "Diseño de Interfaces Avanzadas", y cuya descripción se aproximaba bastante a los temas en los que me había interesado, razón por la cual inmediatamente me inscribí.
Fue en este curso donde aprendí los rudimentos de la Interacción Hombre-Computadora (HCI), las cuestiones cognitivas elementales relativas a esto, los principios básicos de Usabilidad, etc. Era una cantidad de contenidos muy grande, tremendamente condensados, pero invaluables para obtener el panorama completo del tema y dejarnos frente a las puertas que quien deseara seguir profundizando debería atravesar. Y eso fue lo que hice: desde aquel entonces seguí leyendo libros, artículos, participando en foros, y llevando el tema a la compañía para la cual trabajo (Pragma Consultores), en la cual brindamos servicios relativos a Usabilidad como parte de una cartera más amplia en el marco del Aseguramiento de la Calidad del Software.

Y de este modo es como llegamos a Usabilizar, este blog, medio que elegí para compartir mis inquietudes sobre este apasionante tema, y seguir aprendiendo de las colaboraciones que Uds. puedan aportar a través de sus comentarios.

Gracias por venir :D y que comience el show!